martes, 15 de abril de 2014

CON AMOR PARA TI






TE ESCRIBO: esta carta para decirte que te amo, con un Amor sublime que se escapa a toda imaginación. Que feliz sería, si tú me escuchara por un momento.

TE HABLO: por doquiera que vas; en el cielo azul que miras o en el esplendor de una noche
estrellada; en la inmensidad del mar o en las
cautivantes cascadas; en los altos nevado o en un bello atardecer.

TE GRITO: en el eco de las montañas o en la erupción de los volcanes, pero tú no me respondes.

TRATO DE SEDUCIRTE: en el murmullo de las aguas que corren por el arroyuelo o en la suave brisa que te hace descansar.

TE MANIFIESTO MI AMOR: en el exquisito perfume de las flores, en el atractivo plumaje y trinar de las aves. Pero tú sigues indiferente.

BUSCO HACERTE REFLEXIONAR: permitiéndote ver acontecimientos fuertes: terremotos, accidentes, hambres y miserias. Pero tú no te conmueves.

TE ACONSEJO: por medio de tus padres, de mis sacerdotes y de tus mejores amigos. Mas tú no me haces caso, sin embargo te amo.

CADA DÍA, CON TERNURA, TE OFREZCO: paz en tu corazón, amor de los tuyos, galantería de tus amigos, salud y pan en tu mesa. Al celebrar mi día, me hice la ilusión de que tú aceptarías compartir mi banquete Eucarístico. Te invité con amor y te esperé con ansiedad; mas al tú no llegar, pensé que, al menos me llamarías, dedicándome unos minutos de tu tiempo. Pero con nostalgia vi caer la tarde y supe que no vendrías. Pese a todo, te sigo esperando.

NECESITO DE TI: hoy quise tu ayuda y confiado en ti, te llamé por tu nombre, mas tú me miraste con indiferencia. Tu actitud me dolió y esta vez lloré. Pero más me duele cuando te veo llorar a ti, te comprendo; la ingratitud de quienes mucho recibieron de ti y te pagaron con mal; la traición de tus mejores amigos y la incomprensión de los tuyos. Y lo que más te afecta es el pensar que yo también te he olvidado. Mas no te desalientes, estoy contigo, velo cada paso de tu vida dispuesto a cuidarte. Pero hay cosas inevitables que debes afrontar; porque no hay amor verdadero y felicidad sin gotas de lágrimas y algo que debes renunciar cada día por amor.

PARA DESPEDIRME: tengo tantas cosas que decirte y otras que darte. Pero de acuerdo... ya no te insistiré. Eres libre, escoge lo que tú quieras; mas ten presente la libertad que te di es sólo para hacer el bien, no el mal.

RECUERDA: Te Crié para mí; te Purifiqué con mi sangre; deje mi carne como alimento y te Cuido con mi espíritu, dándote inteligencia y fortaleza. Cuando comprendas y tú decidas, te estaré esperando. Porque te Amo.

Tu Amigo, Jesús.





No hay comentarios:

Publicar un comentario