viernes, 14 de junio de 2013

El jardín del Amor



Te doy gracias señor por este día. Sé que aún no he logrado todo lo que esperas de mí y si esa es la razón por la cual me bañas en el fresco roció de otro amanecer, me siento muy agradecida.

Estoy preparado al fin, para hacer que te sientas orgulloso de mí, me olvidare del día de ayer, con todas sus pruebas y tribulaciones, con todos sus agravios y frustraciones. El pasado ya es un sueño del cual no puedo recuperar  ni una sola palabra ni borrar ni un acto imprudente.

Sin embargo, tomare la decisión de que si el día de ayer lastime a alguien a través de mi imprudencia o mi irreflexión no dejare que el día de hoy, el sol se ponga sin rectificar y nada de lo que haga este día tendrá mayor importancia para mí.

No me preocupare por el futuro. Mi éxito y mi felicidad no depende de que me esfuerce en adivinar lo que acecha débilmente el horizonte, sino en hacer el día de hoy, lo que claramente tengo al alcance de mis manos.

Atesorare este día, puesto que es todo lo que tengo. Se bien que las horas que se deslizan apresuradas, no pueden acumularse ni almacenarse como un valioso grano para un uso futuro.

Viviré como lo hacen los buenos actores cuando están en escena. Pues no puedo desempeñarme al máximo este día lamentando los errores de mis actos previos ni preocupándome de la  próxima escena.

Abordare las tareas difíciles de este día, me quitare el saco y levantare polvo en el mundo. Recordare que mientras más ocupado esté  menos  probabilidades tendré de sufrir. Mas apetitosos serán mis alimentos, más dulce mi sueño  y más satisfecho me sentiré con mi lugar en el mundo.

El día de hoy me liberare de la esclavitud del reloj y del calendario. Aun  cuando planeare este día con objetivo de cuidar de mis pasos y de mis energías, empezare a medir mi vida en hechos no en años, en pensamientos no en estaciones, en sentimientos y en  más amor.

Estaré consciente de lo poco que se necesita para hacer de este un día feliz. Jamás buscare la felicidad, porque la felicidad no es una meta, es un producto secundario y no hay felicidad en tener o recibir, la felicidad está en dar.

No desperdiciare ni siquiera un preciado segundo del día de hoy con sentimientos de cólera, de odio, de celos o de egoísmo. Sé que las semillas que siembro son las que cosechare, porque cada acción buena o mala, siempre va seguida de una reacción igual. El día de hoy solo sembrare buenas semillas.

Tratare el día de hoy como si fuera un inapreciable violín. Una persona  puede sacarle notas armoniosas y otra notas discordantes, y no obstante nadie puede culpar al instrumento. La vida es la misma y si la toco correctamente, producirá belleza, pero si la toco con ignorancia producirá maldad.

Por último conservare una sonrisa en mi rostro y en mi corazón, incluso si algo me duele el día de hoy. Se que el mundo es un espejo y que me devuelve el reflejo de mi propia alma. Ahora he comprendido que el secreto para corregir la actitud de los demás, es el de corregir nuestra propia actitud.
Tomado de la web

Con amor  bendiciones a tu Ser.

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