sábado, 6 de julio de 2013

Amar sí se puede


                                                      El amor no se irrita
                                            ni lleva cuentas del mal;
                                            no se alegra de lo injusto
                                            sino que goza con la verdad
                                            y espera sin limites.
                                            El amor no se acaba nunca.

Amar sí se puede

Sí se puede cuando estás decidido, cuando comprometes tu voluntad para lograr lo que deseas alcanzar.
Sí se puede cuando ante cada obstáculo muestras temple y con mayor decisión los empiezas a enfrentar.
Sí se puede si ante cada fracaso buscas reconocer tus propios errores, lo que te permitirá acumular sabiduría y todos tus sueños realizar.
Sí se puede si ante los conflictos mantienes una actitud positiva y, a pesar de las adversidades, tu ánimo no comienza a menguar, así, no habrá  cima que no puedas alcanzar.
Sí se puede, cuando ante la duda y la
incertidumbre, tu fe te mantiene firme...

El amor es una energía que crece dentro de nosotros y nos invita a estar con el otro. Cuando estamos en estado de amor, se vuelve inevitable actuar de manera amorosa. Por lo tanto, el otro, en el fondo nos hace el favor al dejar que lo amemos.
El amor no es una invitación a la infelicidad. En una relación, cuando las personas se sienten amargadas, conviene reflexionar cuidadosamente, pues el amor es una energía que impulsa hacia la vida. Cuando amamos a alguien, nos sentimos vivos y en sintonía con el Universo.
Amar no es vivir asustado, buscando adivinar lo que quiere su pareja, para obtener su aprobación, o temiendo su mal humor. El sentimiento del amor nos dignifica y nos da la verdadera dimensión de nuestro valor; nos hace sentir que pertenecemos a la raza humana y que no somos sencillamente meros complementos el uno del otro.
Amar no es quedarse parado como rey, esperando que el otro, por el hecho de ser amado, se sienta deudor de nuestro sentimiento. El amor nos proporciona una sensación de gratitud para con la existencia; un sentimiento de ser bendecido por la dádiva. Y, en retribución, somos obligados a cuidar de ese amor.
Amar no es simplemente tener deseo sexual que, a pesar de ser algo increíble, no es el único elemento del amor. Las personas que ven el amor como algo puramente genital, generalmente acaban por empobrecerlo.
Amar es un viaje que se debe hacer con alguien, en el cual, a la vez que disfrutamos de esa entrega, descubrimos los misterios que ella nos presenta a cada instante.
El amor es una fuerza que nos lleva a enfrentar todos nuestros medios, creados desde las primeras experiencias dolorosas de acercamiento. Nos vuelve valientes y osados, listos a desafiar el tedio y el egoísmo, a enfrentar el desafío cotidiano, sin dejarlo transformarse en rutina. Nos proporciona una posición de aprendiz, concediéndonos la suprema comprensión de que, cuando somos llevados por el impulso del amor, realizamos algo. En el amor, no nos sometemos al otro sino obedecemos las órdenes del sabio que existe en nuestro corazón.
El amor nos da valor para enfrentar todos los mensajes negativos que oímos en la infancia, del tipo "el hombre no sirve para nada", "la mujer es complicada", "el matrimonio sólo produce sufrimiento", que contaminan nuestros pensamientos.
No podemos exigir la perfección al ser amado, pues, como dice Aristoteles: "El amor es el sentimiento de los seres imperfectos, puesto que la función del amor es llevar al ser humano a la perfección".
El amor es una invitación a estar con el otro, porque, como dice Francesco Alberoni: "Es un estado que nace de un movimiento entre dos: es un deseo de estar compartiendo alegrías y dolores, problemas y soluciones con el ser amado".El amor nos lleva a respetar nuestra propia individualidad y la del  otro, "Vivir es como el ciclo respiratorio.

                                                                                                                         Amar sí se puede
                                                                                                                                                              Roberto Shinyashiki



No hay comentarios:

Publicar un comentario